Toda promesa de Dios es una autorización, un derecho legal para llenar mi bocas con esa promesa hasta que se haga realidad. La queja me estaciona en el valle de lágrimas, pero adoración y confesión es lo único que cambia mis circunstancias.
Política de cookies
Utilizamos "cookies" propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad personalizada a través del análisis de su navegación. Si continúa navegando acepta su uso. Para más información y conocer nuestra política de cookies.
Buscador
Puedes buscar emisoras, programas de radio, podcast o locutores boricuas.